Asimismo, remarcaron el valor de «la generación de espacios de diálogo y encuentro que hagan posible un acuerdo político, social y económico de gobernabilidad, más allá de cuál sea el resultado electoral».
La Iglesia Católica ya había manifestado su posición previa a la elección general del 22 de octubre, pronunciándose en contra de Javier Milei por sus declaraciones en contra del Papa Francisco y por su propuesta de romper relaciones diplomáticas con el Vaticano. «Imbécil» o «representante del maligno en la Tierra» fueron algunas de las descalificaciones del candidato presidencial de La Libertad Avanza contra el Sumo Pontífice, a quien también acusó de tener «afinidad por los comunistas asesinos».
Fue en ese marco que el mes pasado la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJyP) de la Conferencia Episcopal argentina señaló que «no hay verdadera libertad sin fraternidad, justicia social y paz» y se expresó a favor de «los valores de la paz, de la igualdad, del trabajo, de la inclusión, de la justicia y de la equidad territorial para realizar juntos un proyecto en común».
Antes de las elecciones generales, convocaron a la gente a votar porque ese acto representa una «contribución para afianzar una democracia que signifique ciudadanía plena, ejercicio de derechos, que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que supere la fragmentación, con sensibilidad social, que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica».
«El voto expresa la voluntad popular y exige a los candidatos que triunfen en la elección, disponerse a resolver los graves problemas que enfrentamos, con la cooperación y ayuda de todos los demás, bajo el principio de que nadie se salva solo», concluye el comunicado.
Fuente: Ambito