Argentina sacó la chapa de campeón, bailó, goleó y humilló a una Brasil que habló antes de tiempo y que después estuvo desorientada en el Monumental. La scaloneta que ya había clasificado al mundial antes de jugar, se despachó con una goleada ante el rival de toda la vida.
Sin Lionel Messi (lamentablemente), la Albiceleste tuvo una noche mágica y selló una goleada 4-1 sobre la Canarinha de Dorival Júnior en la cancha de River que estuvo colmada y festejó a lo grande la clasificación al mundial 2026. Con goles de Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giuliano Simeone, los dirigidos por Scaloni le hicieron respetar los rangos a una Brasil que no propuso casi nada y que pateó una sola vez al arco en todo el partido.
La gente propuso una fiesta en la cancha de River, en un clima picante luego de las declaraciones que Raphinha había hecho en la previa y de la cual los jugadores de Argentina estaban al tanto. Los dirigidos por Lionel Scaloni ya habían logrado el pasaje al mundial horas antes de jugar debido al empate entre Bolivia y Uruguay, por lo que el clásico ante Brasil se iba dar con menos presión.
Es así que una goleada espectacular de nuestra selección coronó este martes de Eliminatorias Sudamericanas, la misma jornada en la que la Selección Argentina había asegurado sin jugar su boleto al Mundial 2026. Con un Brasil muy alejado de sus mejores versiones y hasta de lo que esbozó picando la previa en los micrófonos, la Scaloneta se floreó como el campeón del mundo que es y lo despachó con un 4-1 inapelable y supo dejar a los hinchas en éxtasis.
El arranque del partido estuvo a la altura de lo que se esperaba. El equipo empezó a mostrar recuperación, gran velocidad y precisión en tres cuartos de cancha y no tardó en dar sus frutos a los tres minutos, cuando una buena jugada colectiva terminó con Thiago Almada asistiendo de manera espectacular a Julián Álvarez, que dominó entre Guilherme Arana y Murillo y atropelló ante Bento conectando el remate por entre las piernas del arquero.
El show de «la scaloneta» continuó a los 12 minutos ante un adversario desorientado y dubitativo como Brasil. Tras una interminable conexión de 33 toques, Nahuel Molina habilitó desde la derecha a Enzo Fernández para que definiera fuerte y alto por el segundo palo. A partir de ese momento, de las tribunas comenzó a bajar un fervor aún más ensordecedor y se empezó a gestar una noche histórica que le permitiría a Argentinas ganarles a Brasil de local por eliminatorias luego de 20 años.
Rodrigo De Paul amenazó con el tercero pero se lo tapó Bento, y a los 26 los de Dorival descontaron inmerecidamente gracias a la presión de Matheus Cunha sobre el Cuti Romero, quien se confió y dudó en la salida y sufrió el robo del brasileño que enfrentó a un Dibu Martínez que debió retroceder rápido y no pudo sacar el disparo que terminó bien esquinado abajo en el palo derecho.
Tras un breve respiro sin sobresaltos, Almada volvió a exigir a Bento y enseguida, a los 36, un exelso centro desde la derecha de Enzo Fernández permitió que Alexis Mac Allister anticipara con un toque lujoso frente al arquero para estirar diferencias y ponerse arriba 3 a 1.
Pese a los tres cambios de Brasil, casi cuela un tiro por arriba Julián de entrada, hasta que a los 25 del segundo tiempo volvió a golpear la selección nacional, con un centro atrás de Tagliafico que parecía perderse sin que nadie pudiera conectarlo hasta que el ingresado Giuliano Simeone irrumpió por derecha con un sablazo que pegó en el travesaño antes de picar adentro.
Ya con más relevos de parte de Scaloni -metió a Facundo Medina y Nicolás Paz-, solo bajaban «oles» de la tribuna y los chispazos entre los protagonistas terminaban con los argentinos entendiblemente al límite del canchereo. Uno que sucumbió a la tentación fue el Dibu Martínez, que hizo jueguitos y se ganó el reto de Scaloni.
En lo que quedó, Raphinha besó el travesaño desde afuera del área, Bento voló para frustrar a Leandro Paredes y De Paul se perdió la última con un disparo alto. Solo quedó tiempo para el público se divirtiera en las tribunas y cantara y bailara al ritmo de los cuatro goles que propuso Argentina.