Los corsos en el sur de Pocito son una tradición que se mantiene viva en estos tiempos y este año tuvo una nueva edición llevada a cabo con el esfuerzo de sus vecinos.
Los corsos en épocas de carnaval en Carpintería son mucho más que solo un desfile de alegría y color, el corso de Carnaval es el corazón de una tradición arraigada que ha perdurado por más de medio siglo, gracias al esfuerzo y la dedicación de toda la comunidad del sur pocitano.
Desde los últimos días de diciembre, los habitantes de Carpintería ya comenzaron con los trabajos para una nueva edición de sus tradicionales corsos, poniendo manos a la obra con un único propósito: hacer que el corso sea inolvidable. Con aproximadamente 60 personas trabajando incansablemente, desde hace dos meses, se confeccionan trajes, se decoran carruseles y se prepara cada detalle con esmero y pasión.
En estos corsos participaron cerca de 10.000 personas que llegaron hasta la localidad del sur de Pocito para disfrutar de una propuesta distinta. Batucadas de diferentes puntos de la provincia, y en especial del departamento Chimbas, fueron parte de este colorido evento que reunió a miles de personas para festejar del carnaval.
El esfuerzo no se limita al trabajo durante el día sino que las largas horas de preparación se extienden hasta altas horas de la noche, con cada miembro de la comunidad aportando su granito de arena. La solidaridad de parte del resto de los habitantes se manifiesta en forma de donaciones de telas, materiales de decoración e incluso ingredientes para las comidas que se servirán durante el evento.
Este año, varias comparsas del departamento de Chimbas se sumaron al festejo debido a que el corso de su departamento no fue realizado, luego de que la intendente anunciara que por falta de presupuesto se suspendía el tradicional y popular carnaval de este departamento. Para esto, pidieron otra ayuda más a los vecinos para pagar su hospitalidad completa.
A pesar de los desafíos y las dificultades que tuvieron que atravesar los vecinos de Carpintería, el espíritu de la comunidad de sureña es inquebrantable. Este año, enfrentando una situación adversa, lograron obtener las habilitaciones necesarias de parte de la Municipalidad de Pocito para llevar a cabo un baile en el mismo establecimiento después del tan esperado corso. Las entradas según Marcelo se usarán para pagar los gastos de la Unión Vecinal en cuanto al sonido, luces y todo lo que necesiten para el mismo.